La casa es increíblemente cómoda y espaciosa, con una dueña encantadora y amable que ofrece un desayuno estupendo. La ubicación en una tranquila zona a 15 minutos de la playa es perfecta. La atención personalizada y los extras en el desayuno hacen que te sientas como en casa. Además, la dueña se asegura de que tengas todo lo que necesitas, desde paraguas hasta chubasqueros en caso de lluvia. Liliane, la dueña, es una persona amable y atenta que se preocupa de que todo esté en orden durante tu estancia. El desayuno es abundante y delicioso, y la piscina y el entorno son maravillosos, ideales para relajarse. Las habitaciones son amplias y la limpieza es impecable. El exterior de la casa es perfecto para descansar, con una piscina, mesa de ping-pong, cama elástica y un jardín donde disfrutar del desayuno. La amabilidad y hospitalidad de Liliane hacen que te sientas bienvenido y siempre dispuesto a ayudar. ¡Sin duda, estamos deseando volver! Gracias por todo.

Mi habitación incluía una zona de comedor, una plancha y tabla de planchar. En el hotel se respiraba un ambiente familiar...

Este lugar es maravilloso, en un edificio precioso, con una ubicación conveniente cerca de Etang d'Aureilhan y a solo 10-15 minutos caminando del centro de la ciudad.

Desayuno con pastel y fruta y mermeladas.

Es una casa con encanto, muy agradable y familiar. Las camas son estupendas, con buen colchón y ropa de cama de calidad. El baño es espacioso y las toallas son estupendas. El exterior es ideal para descansar y relajarse, con piscina, ping pong y cama elástica. Además, el desayuno en el jardín por las mañanas es ideal. La dueña, Lilian, es amable y hospitalaria, siempre dispuesta a ayudar.

Me sentí muy contento, no tengo ninguna razón para quejarme.

Aquí la comida estaba buenísima y había un montón de opciones para elegir. La habitación estaba súper limpia y tenía todo lo que necesitábamos, como un televisor moderno, un área cómoda para sentarse, e incluso una plancha con su tabla. ¡Todo muy completo! 🌟.

La suite en La Mimona en Sainte-Eulalie-en-Born es simplemente increíble. Las habitaciones tienen ventanas francesas que se abren a la terraza, al parque y a la piscina. Me encanta despertar con vistas al hermoso parque y a la reluciente piscina. Además, cada habitación tiene una televisión de pantalla plana y un baño privado con bañera, ducha y lavabo doble. Es perfecto para relajarse después de un largo día explorando la zona.

Lo único que me gustó menos es que el baño tiene un inodoro y me hubiera gustado que tuviera un inodoro separado. Pero entiendo que esto es solo una preferencia personal y sé que otros podrían no tener problemas con eso.

Liliane, la dueña, es amable y atenta. El desayuno espectacular con mermeladas riquísimas. La piscina y el entorno maravilloso, ideal para niños. Muchas ganas de volver. 🌟

El desayuno espectacular, con mermeladas riquísimas y una gran variedad de cereales, pan y fruta fresca. La piscina, amplia y limpia, le daba un toque especial a nuestra estancia.La atención del personal fue inmejorable, siempre atentos y encantadores.La ubicación es ideal, justo al lado de la ruta de bicicletas y perfecta para descubrir esta región de Francia.

Nada, todo bien.

Bebida de bienvenida, desayuno espectacular, atención inmejorable, piscina especial, habitaciones amplias y limpieza perfecta. Ambiente familiar, camas estupendas, baño espacioso, exterior ideal para relajarse y amabilidad y hospitalidad de Lilian.

Nada negativo.

La dueña muy amable y atenta. Desayuno abundante y delicioso.Piscina y entorno maravillosos.Ideal para ir con niños.Habitaciones amplias y limpieza perfecta.Exterior ideal para descansar y relajarse.Buena ropa de cama y toallas estupendas.Atención inmejorable.

No hay nada malo que decir.

Una de las cosas que más nos impresionó de este hotel fue la amabilidad y atención de la dueña, Liliane. Desde nuestra llegada, nos recibió con una gran sonrisa y nos ofreció bebidas en la terraza. Durante toda nuestra estancia, se aseguró de que estuviéramos cómodos y de que todo estuviera en orden. Incluso aunque no hablábamos francés, hizo todo lo posible para comunicarse con nosotros y ayudarnos en lo que necesitábamos.

Todo estuvo bien.

La estancia en este encantador lugar fue increíble. Desde el primer momento fuimos recibidos con una gran sonrisa y una bebida refrescante en el jardín. Las habitaciones eran amplias y las camas muy cómodas, con ropa de cama de alta calidad. El baño era espacioso y contaba con toallas de primera. Además, el desayuno era abundante y delicioso, con mermeladas caseras, pan fresco y frutas variadas. También pudimos disfrutar de la piscina y de las demás instalaciones, como la mesa de ping-pong y la cama elástica. Fue una experiencia maravillosa.

Hubo un pequeño inconveniente con el idioma, ya que no hablábamos francés y a veces nos resultaba difícil comunicarnos con el personal del lugar.